domingo, 19 de enero de 2014

Capítulo 5. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.



1. La reproducción simple: Es útil y necesario, para fines teórico, imaginar un sistema capitalista que, de manera continua no sufra cambios. Ello permite abarcar la estructura de las relaciones que prevalecen en el sistema como un todo, en su forma más clara y simple. El caso en que se supone que no existe el cambio, se verá que alguno de los elementos más esenciales del capitalismo, como existe en realidad, han sido deliberadamente ignorados.
Quesnay, el líder de los Fisiócratas, fue el primer economista que intentó hacer una presentación sistemática de la estructura de las relaciones existentes en la producción capitalista en su famoso “Tableau économique”, y Marx lo llamó “indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía política había sido culpable hasta entonces.” Influido por Quesnay, consideraba su propio plan para el análisis de la estructura del capitalismo, que en su forma más elemental llama “Reproducción Simple”, como una versión mejorada del “Tableau”, que se refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el capital gastado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el mismo. Si no fuera así, tendría lugar una acumulación o un agotamiento de la existencia de medios de producción.
Se establece una suposición a continuación que sirve de explicación más clara que refuerza la idea anterior y ayuda a la comprensión de la misma:
Toda la industria está dividida en dos ramas: en la I se producen medios de producción y en la II se producen artículos de consumo. Conviene subdividir la rama de artículos de consumo en una productora de artículos para obreros y otra de artículos para capitalistas, o sea, de lujo. C1 y C2 serán el capital constante empleado respectivamente en I y II. Por otro lado, V1 y V2 serán el capital variable, mientras que P1 y P2 la plusvalía y W1 y W2 el producto.
Como resultado, se da la siguiente tabla que representa la producción total:
I   C1+V1+P1= W1
II   C2+V2+P2= W2
Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción Simple, el capital constante usado debe ser igual a la producción total de la rama de bienes de producción, y el consumo combinado de capitalistas y obreros debe ser igual a la producción total de la rama de artículos de consumo. Esto significa que:
C1+C2= C1+V1+P1
V1+P1+V2+P2= C2+V2+P2
Eliminando C1 de ambos términos de la primera ecuación y V2+P2 de ambos términos de la segunda ecuación, se verá que las dos se reducen a una ecuación única:
C2= C1+P1
Quiere decir que el valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un año al siguiente.
El plan de reproducción ofrece un armazón unificado para analizar las interconexiones de la producción total y del ingreso, un problema que no fue nunca adecuadamente tratado por los economistas clásicos. La producción se divide en dos categorías:
·      Producción total de medios de producción.
·      Producción total de artículos de consumo.
Ambas constituyen la suma de la oferta social de mercancías.
El ingreso se divide en:
·      El ingreso del capitalista 1: debe gastar en medios de producción si ha de mantener su posición como capitalista.
·      El ingreso del capitalista 2: Es libre de gastar en el consumo (plusvalía.)
·      El ingreso del trabajador: Salario.
Sin embargo, puesto que hay capitalistas y obreros en las dos grandes ramas, será mejor decir que le ingreso de divide en seis categorías (tres por las dos ramas.) Además, todas ellas constituyen la demanda total de mercancías.
El plan de reproducción pone los cimientos para un análisis de las “discrepancias” entre la suma de la oferta y la de la demanda, que, se manifiestan en trastornos generales del proceso productivo.
Este razonamiento desencadena de nuevo a la condición del equilibrio de la Reproducción Simple por un método que tiene la ventaja de poner al desnudo la lógica al plan de reproducción. Éste es en esencia un expediente para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía capitalista. Debe agregarse, sin embargo, que del plan como tal no es posible hacer ningunas deducciones causales; el plan provee un armazón, no un sustituto, para la investigación ulterior.
2. Las raíces de la acumulación: En el mundo imaginario de la Reproducción Simple se ha construido un sistema en el cual los capitalistas reciben el mismo ingreso año tras año y lo consumen siempre hasta el último dólar, por lo que, los valores de uso tendrían que ser considerados como el fin que persigue el capitalista.
Es inevitable la conclusión de que la Reproducción Simple implica la abstracción de lo más esencial en el capitalista (su interés en ampliar su capital.) Realiza esto convirtiendo una parte de su plusvalía en capital adicional. Le permite entonces apropiarse aún más de plusvalía, que a su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este es el proceso conocido como acumulación del capital y constituye la fuerza del desarrollo capitalista.
El deseo del capitalista de aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de su posición especial en una forma particular de organización de la producción social. No es de ningún modo una cuestión de propensiones o instintos humanos innatos.
El capitalista es una figura importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero éste tiene una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que el propietario de una gran cantidad de capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el capital propio. “Acumular (como lo expresaba Marx) es conquistar el mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos explotados por él, y de este modo extender el predominio del capitalista.
La mayor cantidad de plusvalía y también el mayor poder de acumulación corresponden al capitalista que emplea los métodos técnicos más avanzados y eficientes; en consecuencia, el afán de perfeccionamiento es general. Pero estos métodos de producción exigen mayores desembolsos y vuelven anticuados y sin valor los medios de producción existentes.
Vemos que el análisis marxista relaciona la acumulación de capital con la forma histórica específica de la producción capitalista. El camino del éxito y de la elevación social pasa a través de la acumulación. Conforme a esto, Marx trazó una teoría de consumo de los capitalistas. De este modo, aunque la urgencia de acumular sigue predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte derivado, de aumentar el consumo.
La interrelación que existe de continua dependencia entre la acumulación y el aumento del consumo que plantea Marx, es más que clara.
Los capitalistas no se enriquecerían si el nivel del consumo fuera bajo. Si por el contrario, éste se incrementa, el capital acumulado también lo hace, por lo que, la riqueza del capital es mayor.
En paralelo al planteamiento marxista, existen otras dos teorías contemporáneas ortodoxas.
v Teoría de la abstinencia: Abstenerse de consumir a efecto de acumular resulta penoso para el capitalista, y por lo tanto, el interés del capital debe considerarse como el necesario galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión de que acumular capital, es un fin positivo y lleva consigo, tanto como el consumo, ciertos “placeres”. Sería exactamente tan lógico ver en el consumo una abstinencia de la acumulación, como lo contrario.
En resumen, los capitalistas quieren a la vez acumular y consumir, cuando hacen lo uno ello puede considerarse como abstinencia de lo otro.
v Teoría de la “espera”: La idea es que, los capitalistas desean consumir todo lo que poseen. No lo hacen porque esperan podrán consumirlo con interés en el futuro. Ello niega por completo la urgencia del capitalista de acumular riqueza.
Estas teorías operaban como defensa de la plusvalía y, por lo tanto, del statu quo.
3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del problema: El plan de Reproducción Ampliada de Marx, en contraste con la Reproducción Simple, muestra la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes, una que consumen los capitalistas, otras que se agrega al capital constante y una tercera que se suma al capital variable.
Este capítulo se centra en el estudio analítico de los efectos de la cantidad del capital variable, es decir, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, implícita en el proceso de acumulación.
Según Ricardo: “El trabajo como todas las demás cosas que de compran y venden, y que pueden aumentar o disminuir, tiene su precio natural y su precio de mercado. El precio natural del trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni disminución. Por mucho que el precio de mercado del trabajo pueda desviarse de su precio natural, tiene, como las mercancías, una tendencia a ajustarse a él.”
Según la explicación de Ricardo de que le precio de mercado tiende a ajustarse al natural, considero que es porque por muy alto que sea el precio de mercado, los trabajadores (es decir, la mayoría de los consumidores) van a seguir percibiendo el mismo salario. Por esta razón el consumo va a disminuir y por consiguiente la riqueza del capitalista se verá mermada. Sin cabida a la posibilidad de acumular. Por este motivo, en la mayoría de ocasiones los precios de mercado son razonablemente superiores a los precios naturales pero no desmesuradamente elevados.
Si por el contrario esto no fuera así, y los trabajadores percibieran capital debido a ese aumento del beneficio, el precio de mercado podría ser tan alto como el capitalista decidiera, porque los trabajadores podrían permitirse seguir consumiendo.
¿Qué ocurre entonces? Que el capitalista percibe en esta situación lo mismo que cuando los precios era más bajos pero lo salarios también, por ello no le interesa esta opción.
Por lo que, en resumen, el mecanismo necesario para asegurar el que los salarios permanezcan más o menos al nivel convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población. Ésta parte integrante de la estructura teórica de la economía política clásica. Marx la llamaba “dogma de los economistas.”

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