1. La reproducción simple: Es útil y
necesario, para fines teórico, imaginar un sistema capitalista que, de manera
continua no sufra cambios. Ello permite abarcar la estructura de las relaciones
que prevalecen en el sistema como un todo, en su forma más clara y simple. El
caso en que se supone que no existe el cambio, se verá que alguno de los
elementos más esenciales del capitalismo, como existe en realidad, han sido
deliberadamente ignorados.
Quesnay, el líder de los Fisiócratas, fue el primer economista que
intentó hacer una presentación sistemática de la estructura de las relaciones
existentes en la producción capitalista en su famoso “Tableau économique”, y
Marx lo llamó “indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía
política había sido culpable hasta entonces.” Influido por Quesnay, consideraba
su propio plan para el análisis de la estructura del capitalismo, que en su
forma más elemental llama “Reproducción Simple”, como una versión mejorada del
“Tableau”, que se refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente
las mismas dimensiones y proporciones entre sus diversas partes. Para que se
cumplan estas condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año
el capital gastado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros
gasten todo su salario en el mismo. Si no fuera así, tendría lugar una
acumulación o un agotamiento de la existencia de medios de producción.
Se establece una suposición a continuación que sirve de
explicación más clara que refuerza la idea anterior y ayuda a la comprensión de
la misma:
Toda la industria está dividida en dos ramas: en la I se producen
medios de producción y en la II se producen artículos de consumo. Conviene
subdividir la rama de artículos de consumo en una productora de artículos para
obreros y otra de artículos para capitalistas, o sea, de lujo. C1 y C2 serán el
capital constante empleado respectivamente en I y II. Por otro lado, V1 y V2
serán el capital variable, mientras que P1 y P2 la plusvalía y W1 y W2 el
producto.
Como resultado, se da la siguiente tabla que representa la
producción total:
I C1+V1+P1= W1
II C2+V2+P2= W2
Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción Simple, el
capital constante usado debe ser igual a la producción total de la rama de
bienes de producción, y el consumo combinado de capitalistas y obreros debe ser
igual a la producción total de la rama de artículos de consumo. Esto significa
que:
C1+C2= C1+V1+P1
V1+P1+V2+P2= C2+V2+P2
Eliminando C1 de ambos términos de la primera ecuación y V2+P2 de
ambos términos de la segunda ecuación, se verá que las dos se reducen a una
ecuación única:
C2= C1+P1
Quiere decir que el valor del capital constante usado en la rama
de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas
por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción. Si se
satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un año al
siguiente.
El plan de reproducción ofrece un armazón unificado para analizar
las interconexiones de la producción total y del ingreso, un problema que no
fue nunca adecuadamente tratado por los economistas clásicos. La producción se
divide en dos categorías:
· Producción
total de medios de producción.
· Producción total de
artículos de consumo.
Ambas constituyen la suma de la oferta social de mercancías.
El ingreso se divide en:
· El
ingreso del capitalista 1: debe gastar en medios de producción si ha de
mantener su posición como capitalista.
· El ingreso del
capitalista 2: Es libre de gastar en el consumo (plusvalía.)
· El ingreso del
trabajador: Salario.
Sin embargo, puesto que hay capitalistas y obreros en las dos
grandes ramas, será mejor decir que le ingreso de divide en seis categorías
(tres por las dos ramas.) Además, todas ellas constituyen la demanda total de
mercancías.
El plan de reproducción pone los cimientos para un análisis de las
“discrepancias” entre la suma de la oferta y la de la demanda, que, se
manifiestan en trastornos generales del proceso productivo.
Este razonamiento desencadena de nuevo a la condición del
equilibrio de la Reproducción Simple por un método que tiene la ventaja de
poner al desnudo la lógica al plan de reproducción. Éste es en esencia un
expediente para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía
capitalista. Debe agregarse, sin embargo, que del plan como tal no es posible
hacer ningunas deducciones causales; el plan provee un armazón, no un
sustituto, para la investigación ulterior.
2. Las raíces de la acumulación: En el mundo imaginario de la Reproducción Simple
se ha construido un sistema en el cual los capitalistas reciben el mismo
ingreso año tras año y lo consumen siempre hasta el último dólar, por lo que,
los valores de uso tendrían que ser considerados como el fin que persigue el
capitalista.
Es inevitable la conclusión de que la Reproducción Simple implica
la abstracción de lo más esencial en el capitalista (su interés en ampliar su
capital.) Realiza esto convirtiendo una parte de su plusvalía en capital
adicional. Le permite entonces apropiarse aún más de plusvalía, que a su vez
convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este es el proceso
conocido como acumulación del capital y constituye la fuerza del desarrollo capitalista.
El deseo del capitalista de aumentar el valor que controla (de
acumular capital) proviene de su posición especial en una forma particular de
organización de la producción social. No es de ningún modo una cuestión de
propensiones o instintos humanos innatos.
El capitalista es una figura importante en la sociedad sólo por
ser el propietario y representante del capital. Privado de su capital, no sería
nada. Pero éste tiene una sola cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se
sigue que el propietario de una gran cantidad de capital ocupa un puesto más
alto en la escala social que el propietario de una cantidad pequeña; posición,
prestigio y poder se reducen a la vara de medir cuantitativa de pesos y
centavos. El éxito en la sociedad capitalista, por lo tanto, consiste en
aumentar el capital propio. “Acumular (como lo expresaba Marx) es conquistar el
mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos explotados por
él, y de este modo extender el predominio del capitalista.
La mayor cantidad de plusvalía y también el mayor poder de
acumulación corresponden al capitalista que emplea los métodos técnicos más
avanzados y eficientes; en consecuencia, el afán de perfeccionamiento es
general. Pero estos métodos de producción exigen mayores desembolsos y vuelven
anticuados y sin valor los medios de producción existentes.
Vemos que el análisis marxista relaciona la acumulación de capital
con la forma histórica específica de la producción capitalista. El camino del
éxito y de la elevación social pasa a través de la acumulación. Conforme a
esto, Marx trazó una teoría de consumo de los capitalistas. De este modo,
aunque la urgencia de acumular sigue predominando, no excluye un deseo
paralelo, y aun en parte derivado, de aumentar el consumo.
La interrelación que existe de continua dependencia entre la
acumulación y el aumento del consumo que plantea Marx, es más que clara.
Los capitalistas no se enriquecerían si el nivel del consumo fuera
bajo. Si por el contrario, éste se incrementa, el capital acumulado también lo
hace, por lo que, la riqueza del capital es mayor.
En paralelo al planteamiento marxista, existen otras dos teorías
contemporáneas ortodoxas.
v Teoría de la
abstinencia: Abstenerse de consumir a efecto de acumular resulta penoso para el
capitalista, y por lo tanto, el interés del capital debe considerarse como el
necesario galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión de
que acumular capital, es un fin positivo y lleva consigo, tanto como el
consumo, ciertos “placeres”. Sería exactamente tan lógico ver en el consumo una
abstinencia de la acumulación, como lo contrario.
En resumen, los capitalistas quieren a la vez acumular y consumir,
cuando hacen lo uno ello puede considerarse como abstinencia de lo otro.
v Teoría de la “espera”: La idea es que, los capitalistas desean
consumir todo lo que poseen. No lo hacen porque esperan podrán consumirlo con
interés en el futuro. Ello niega por completo la urgencia del capitalista de
acumular riqueza.
Estas teorías operaban como defensa de la plusvalía y, por lo
tanto, del statu quo.
3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento
del problema: El plan de Reproducción Ampliada de Marx, en contraste con la
Reproducción Simple, muestra la interrelación de las ofertas y las demandas
cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalistas no
consumen ya totalmente la plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes,
una que consumen los capitalistas, otras que se agrega al capital constante y
una tercera que se suma al capital variable.
Este capítulo se centra en el estudio analítico de los efectos de la
cantidad del capital variable, es decir, la demanda acrecentada de fuerza de
trabajo, implícita en el proceso de acumulación.
Según Ricardo: “El trabajo como todas las demás cosas que de
compran y venden, y que pueden aumentar o disminuir, tiene su precio natural y
su precio de mercado. El precio natural del trabajo es el precio necesario para
que los trabajadores, puedan subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni
disminución. Por mucho que el precio de mercado del trabajo pueda desviarse de
su precio natural, tiene, como las mercancías, una tendencia a ajustarse a él.”
Según la explicación de Ricardo de que le precio de mercado tiende
a ajustarse al natural, considero que es porque por muy alto que sea el precio
de mercado, los trabajadores (es decir, la mayoría de los consumidores) van a
seguir percibiendo el mismo salario. Por esta razón el consumo va a disminuir y
por consiguiente la riqueza del capitalista se verá mermada. Sin cabida a la
posibilidad de acumular. Por este motivo, en la mayoría de ocasiones los
precios de mercado son razonablemente superiores a los precios naturales pero
no desmesuradamente elevados.
Si por el contrario esto no fuera así, y los trabajadores
percibieran capital debido a ese aumento del beneficio, el precio de mercado
podría ser tan alto como el capitalista decidiera, porque los trabajadores
podrían permitirse seguir consumiendo.
¿Qué ocurre entonces? Que el capitalista percibe en esta situación
lo mismo que cuando los precios era más bajos pero lo salarios también, por
ello no le interesa esta opción.
Por lo que, en resumen, el mecanismo necesario para asegurar el
que los salarios permanezcan más o menos al nivel convencional de subsistencia,
reside en una teoría de la población. Ésta parte integrante de la estructura
teórica de la economía política clásica. Marx la llamaba “dogma de los
economistas.”
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