martes, 19 de noviembre de 2013


La situación es mala, si ¿y? La dificultad de salir adelante hoy en día es una realidad en nuestro país, pero sin embargo, sigue habiendo multitud de oportunidades; de hecho, diría que han aumentado . Aún así, parece que la situación es otra muy distinta. Ello se debe al pesimismo en el que se halla sumergida la sociedad, frustrada , desanimada e incluso cabreada con el mundo.
No digo que no sea comprensible, de hecho yo mismo me encuentro en ésta situación en  muchas ocasiones, pero sí creo, que es negativo, o puede serlo.
Me explico: el hecho de tener esta actitud, puede ser la excusa perfecta para no hacer absolutamente nada, o mejor dicho, el camino directo al fracaso.
Cada día que nos despertamos con la actitud de ir a vivir un día más, un día en el que da igual lo que haga, ya que todo seguirá igual, es un día perdido, y  no creo que nadie pueda permitirse, no éste lujo, si no más bien, esta estupidez.
Lo primero que debemos hacer es valorar todo lo que tenemos y todo lo que nos ocurre cada día, ya que es nuestra propia base, lo que determina nuestra forma de ser y nuestro futuro. Debemos aprender de los errores , aprovechar las oportunidades , sacar partido a los aciertos y sobre todo, no parar, seguir siempre hacia delante. Esta es la única manera de progresar . Si nos equivocamos, no podemos perder el tiempo lamentándonos de la misma manera que si acertamos, no nos podemos confiar, ya que esto supone que nos relajemos, y puede ser tan dañino como lamentarse.
Por ello decía que  la actitud que adoptemos será decisiva, y la actitud de la mayoría de la sociedad es negativa para la misma, o puede serlo. Cuando digo que puede serlo, estoy pensando en los distintos enfoques dentro de un mismo estado de ánimo, ya que, por ejemplo, estar cabreado, o triste, puede ser lo que nos haga seguir adelante, e intentar cambiar dicha situación.
En definitiva, creo que lo importante es no parar, tomar decisiones y avanzar siempre, y aunque  unas serán más acertadas que otras, o eso creamos, ambas nos harán continuar y aprender.
Por eso debemos tomarnos la crisis y la situación actual general, como un aliciente para el día a día, ya que así estaremos viviendo una etapa de nuestra vida decisiva, que no nos hará otra cosa que más fuertes.