La situación es mala, si ¿y? La dificultad de salir adelante
hoy en día es una realidad en nuestro país, pero sin embargo, sigue habiendo
multitud de oportunidades; de hecho, diría que han aumentado . Aún así, parece que
la situación es otra muy distinta. Ello se debe al pesimismo en el que se halla
sumergida la sociedad, frustrada , desanimada e incluso cabreada con el mundo.
No digo que no sea comprensible, de hecho yo mismo me
encuentro en ésta situación en
muchas ocasiones, pero sí creo, que es negativo, o puede serlo.
Me explico: el hecho de tener esta actitud, puede ser la
excusa perfecta para no hacer absolutamente nada, o mejor dicho, el camino
directo al fracaso.
Cada día que nos despertamos con la actitud de ir a vivir un
día más, un día en el que da igual lo que haga, ya que todo seguirá igual, es
un día perdido, y no creo que
nadie pueda permitirse, no éste lujo, si no más bien, esta estupidez.
Lo primero que debemos hacer es valorar todo lo que tenemos
y todo lo que nos ocurre cada día, ya que es nuestra propia base, lo que
determina nuestra forma de ser y nuestro futuro. Debemos aprender de los
errores , aprovechar las oportunidades , sacar partido a los aciertos y sobre
todo, no parar, seguir siempre hacia delante. Esta es la única manera de
progresar . Si nos equivocamos, no podemos perder el tiempo lamentándonos de la
misma manera que si acertamos, no nos podemos confiar, ya que esto supone que
nos relajemos, y puede ser tan dañino como lamentarse.
Por ello decía que
la actitud que adoptemos será decisiva, y la actitud de la mayoría de la
sociedad es negativa para la misma, o puede serlo. Cuando digo que puede serlo,
estoy pensando en los distintos enfoques dentro de un mismo estado de ánimo, ya
que, por ejemplo, estar cabreado, o triste, puede ser lo que nos haga seguir
adelante, e intentar cambiar dicha situación.
En definitiva, creo que lo importante es no parar, tomar
decisiones y avanzar siempre, y aunque
unas serán más acertadas que otras, o eso creamos, ambas nos harán
continuar y aprender.
Por eso debemos tomarnos la crisis y la situación actual
general, como un aliciente para el día a día, ya que así estaremos viviendo una
etapa de nuestra vida decisiva, que no nos hará otra cosa que más fuertes.